El amor de nuestros padres

El verano es la estación del año que me invita a expresar mis emociones con mayor facilidad, su influencia me ayuda a establecer con mayor frecuencia el contacto con mis familiares y amigos. Salgo a menudo para encontrar el suave y agradable contacto con la naturaleza que aviva mis cinco sentidos con su inagotable gama de colores y el clásico olor me predispone a expandir el contacto en el encuentro del afuera con mi mundo interior.

Seguramente ahora es el momento en el que te estarás preguntando, ¿Qué conexión existe entre el título con lo expresado en el primer párrafo?, sigue leyendo y encontrarás la coherencia en mi artículo de hoy.

La nena abandonada

El amor de nuestros padres nos conecta con nuestra esencia y con la autenticidad de nuestro ser. Ellos son dos pilares que nos ayudan a sentirnos, a aceptarnos, a caernos y a levantarnos para seguir y ver nuestros límites como posibilidades.

En mi infancia el abandono y ser huérfana de madre me llevo a crecer mientras olvidaba quién soy, a dudar de mis habilidades, a desconfiar de mi conocimiento, a no sentir, a construir un árido desierto en mi interior donde el dolor de su ausencia alimentaba mi carencia. Aprendí a relacionarme en un entorno familiar y social donde el abuso en diversas formas y las ausencias, eran normalizadas.

La represión ante el dolor y la tristeza me llevaba a sentir un nudo en la garganta y solía enfermar, el aire no fluía a través de mis fosas nasales, tampoco a través de mi garganta. En este mundo recorrí mi infancia y mi niña se relaciono con esas posibilidades y limitaciones.

La mujer sin ser

Crecí y me transformé en una mujer desconectada de mi ser, la niña que habita en mi interior se relacionó de forma consciente e inconsciente buscando el amor a través de la aprobación, del dolor, del miedo a no ser amada.

Sentí que era una vida adulta sin coherencia, sentí que algo en mi interior necesitaba atención y puse la intensión en escucharme y acompañarme aún sin saber que necesitaba.

Esa inquietud me acompañaba y su impulso se presentaba con fuerza.

Con la convicción que necesitaba ayudar a otras personas, ¡qué ilusa!, tome una decisión que hoy quizás me acerca a ti, estudiar para acompañar a las personas a desarrollar el contacto con su ser y descubrir a lo largo del camino como los patrones dolorosos nos mantienen prisioneras del pasado.

La construcción de una nueva relación entre ella y yo

Durante mi formación como terapueta Gestalt y Coach Integral forme parte de un grupo humano enriquecedor y como todo en la vida con los más y menos que también fueron un pilar fundamental para desarrollar el crecimiento que todos fuimos a buscar.

Es durante ese largo período que pude ver a mi niña herida, abusada, reprimida, miedosa, avergonzada, insegura y abandonada aislada en una cueva muy oscura y fría.

Pude darme cuenta que mi experiencia infantil me llevo a abandonarla, a descuidarla y era en el presente la relación que tenía con mi ser mujer.

Trabajé con compromiso, me enfrenté al Dragón más poderoso de todos los tiempos para despojarme de la paralización de mi ser.

Así sucedió, al igual que en un puzle le di un lugar a cada pieza, aprendí que el valor y la aceptación son mis palabras y acciones aliadas para ayudar a mi niña a trascender del vacío de la ausencia, del dolor de la experiencia al presente que juntas podemos construir día a día reconociendo y agradeciendo el sentido universal de la existencia del ser.

Las dos en el presente

Mi niña y yo nos hemos aceptado tal cual somos y atrás quedo la desconexión de nosotras. Este hecho me ha permitido evolucionar y encontrar mi propósito de vida. Hoy siento que SERESTOY en una conexión coherente con la persona que siento que soy.

Recuerda, empecé expresando que el verano nos impulsa hacia fuera, nos motiva a expresar.

 Siguiendo mi necesidad he escrito sobre mi en este pequeño espacio de tiempo que marco mi vida para que me conozcas y sepas que no estás sol@ y que puedes elegir la vida que quieres tener.

Si eres un niño o niña que ha vivido una infancia de dolor no te auto-abandones, tienes derecho a una vida digna, a sentir amor por ti mism@, a recibir amor de tus seres queridos, a una comunicación respetuosa, a vivir en un hogar donde el conflicto es un valor que aporta crecimiento a los miembros de la familia, a confiar ti mism@ y en la vida.

Tienes derecho a construir tu propia vida. Sueña, crea, vive.

Sri Aurobindo dijo:  ”La ignorancia es un conocimiento incompleto” .

Así que trabaja en el auto-conocimiento como forma de evolución personal.

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