El poder de vivir y el sentir

Te has planteado alguna vez que el mundo en el que vivimos es una verdadera maravilla? No me canso de admirar la belleza de la naturaleza, de sus colores, de sus matices, de sus cambios que también son los tuyos y los míos.

Me gusta verla envejecer en cada otoño al igual que tú y que yo, solo que su cambio se hace visible de una semana a la siguiente y con el paso de los días ella vuelve a renacer.

Opino que si percibes tu vida como los cambios que suceden en la naturaleza te darás cuenta de la importancia vital que tiene el vivir el presente, así tendrás la oportunidad de consensuar el impacto que tiene para ti y para tu entorno cada decisión que tomas.

Esta forma de vida te llevará a contactar con tu verdadero hogar y con la mágica esencia de tu ser.

Para conectar con esa esencia creo en el poder del silencio para alejarnos de un mundo bullicioso, estridente.

En este mundo donde el ruido no me permite sentir que está sucediendo en mi interior, el ruidoso día a día se lleva toda mi atención alejándome del auténtico contacto con mi ser interior. Veo mi mundo y puedo imaginar el tuyo, cuántas decisiones he tomado sin tenerme en cuenta a mí, solo por seguir la inercia del mundano y ruidoso día a día.

Y, te pregunto: ¿Cuántas has tomado tú? ¿Te lo has preguntado alguna vez?

niño jugando con globos

Existe en mi mente un dulce recuerdo de mi niñez que os comparto ahora, me sentaba a hacer mis tareas en casa luego de merendar y el silencio se apoderaba de mí, todo se detenía, lo mismo me sucedía cuando escuchaba música o leía, es este último uno de mis pasatiempos favoritos, realmente el mundo se detiene para mí y es cuando algo mágico sucede en todo mi ser, ¡soy feliz! y en ese momento siento que puedo dar lo mejor de mí.

¿Te sucede lo mismo? ¿Con qué actividad se detiene el tiempo para ti?.

Para lograr ese contacto contigo, detente, inspira y expira lentamente, lleva tu atención a la respiración y hasta conseguir que sea lenta y pausada como el movimiento de las olas de un mar en calma, entonces tu mente se aquietará y estarás en contacto con el momento presente, en la quietud del silencio sentirás la libertad de ser tú.

Práctica día a día este ejercicio y conseguirás unir la acción con la concentración. Se trata tan solo de estar allí, simplemente te dedicas por ejemplo a leer y mientras la concentración se implica en la acción, te invade la felicidad y la atención plena surge, se hace presente como el envejecer natural del otoño terrenal.

Al igual que en un cuento te encuentras haciendo aquello que te hace sentir felicidad y para entonces tú también entregarás la mejor versión de ti, pues habrás renunciado a dar y hacer lo que se espera de ti.

Tu cuerpo, tu aliado

Para practicar la atención plena el cuerpo es el perfecto aliado.
En ocasiones cuando hago una determinada tarea me contemplo molesta, inquieta y a modo de escape suelo suspirar. Son mis suspiros los que me indican que la actividad que estoy realizando me resulta agotadora a nivel físico y/o que necesito sobreponerme a mi estado emocional.

Esto me lleva a hablar de escuchar a tu cuerpo, para darte cuenta como te sientes, y para ello pon atención a las sensaciones o percepciones y mira si son la causa que te agita hasta agotarte.

He llegado a sentirme agobiada de tanto hacer por seguir el vaivén de mis pensamientos sin escuchar mi necesidad de detenerme para descansar, veo lo mismo cuando llueve sin parar y la tierra ya no puede absorber el agua en su caudal y recuerda ella no ha podido elegir ahogarse en esa contundente agresión.

Nuestra mente habituada a los pensamientos que surgen de nuestras percepciones o sensaciones, no hace más que obedecer a la lluvia de ideas que llegan a raudal y me repito: es el momento de contactar contigo, detente, respira y tu mente se aquietará y estarás en contacto con el momento presente, sintiendo la libertad de ser tú para decidir.

Somos más que pensamientos, también somos amor, somos nuestro conocimiento, nuestra forma de percibir y cuando nombro al amor, siento que he de dejarte una frase, «el amor empieza por casa».
Si te amas, irradiarás amor, si te conoces darás tu conocimiento y si te sientes pleno darás tu plenitud.

Detente, respira, acciona y concéntrate…entonces surgirá tu atención plena y con ella tu felicidad de dar en el camino de la vida la mejor versión de ti.

Entradas recomendadas

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments